Querido Padre Celestial:
Hoy levanto mi voz y mi corazón para alabarte Señor por este nuevo día de vida. Para bendecirte y agradecerte porque tengo techo, trabajo, alimento, salud y el amor de mi familia.
Hoy Amado Jesús quiero pedirte que me fortalezcas y me inspires para ser sal en esta tierra y luz en este mundo. Que desde mi profesión pueda sazonar e iluminar vidas, que tenga la palabra precisa, la sonrisa perfecta, el abrazo oportuno y la mirada que inspira confianza para que mis estudiantes vean en mí una fuente de luz dispuesta a transferirles la energía necesaria para iluminar su propia vida.
Dios fortaléceme para ser esa sal cotidiana que mejore el sabor a cientos de vidas insípidas y con tu poder pueda yo despertarles el apetito por vivir sana y dignamente, dame fuerza para ser esa sal que proteja y preserve a niños y jóvenes para que sus vidas no se descompongan por prácticas y hábitos inadecuados. .. Ayúdame a ser la sal que está al alcance de todos para lograr impactar la mayor cantidad posible de seres humanos.
Finalmente Querido Dios, te pido que me ayudes a mantener iluminada y sazonada mi propia vida para tener coherencia y persistencia en mi actuar cotidiano, se tu mi Pastor y mi Protector, sé tú mi camino y mi inspiración permanente. Dame Cariño, Confianza y Compromiso para educar con excelencia, ayúdame a tomar todos los días la decisión de amar a quienes me rodean, ayúdame a amar sin esperar nada a cambio y ayúdame a esperar siempre lo mejor de todas las personas y en todas las circunstancias en que me encuentre.
Te entrego hoy mi vida y te abro las puertas de mi corazón para que en él habites, lo ilumines y lo purifiques. Amén y Amén.
Oración inspirada en Mateo 5: 13-16
Pasaporte al Bienestar